Y nuevamente sucedió, lluvia de primavera, la rutina me mata, así es que con estos eventos no he tenido tiempo de aburrirme, porque llovió como si fuera invierno, novedoso para mi, nefasto para la fruticultura, y beneficioso para los pastizales para la lechería en el sur de Chile.
El caso es, que mientras llueve, aprovecho de seguir con mis cosillas, el crochet me ha resultado muy entretenido, he sacado patrones de la red, y ahí voy aprendiendo más de esta linda técnica.
También aproveché de hacer estos posavasos, de un retazo de tela para mantel.